Si a Lada se le conoce por algo es por su robusto todoterreno, el Niva, que lleva produciendo sin apenas cambios desde hace varias décadas. El modelo, aunque sigue siendo perfectamente funcional y capaz fuera del asfalto, pide a gritos una renovación. Sin embargo, la marca rusa no se la va a dar: continuará vendiéndose, aunque en 2026 lo hará acompañado de un coche mucho más moderno, el Lada Azimut.
Se desconoce su tamaño, pero parece mayor que el Niva y su lenguaje de diseño es muy moderno. En el frontal la parrilla tiene un tamaño considerable y está custodiada por unos faros en forma de C invertida bastante estilizados, el paragolpes tiene una entrada de aire, refuerzo de aluminio central y protecciones de plástico; éstas se extienden a los pasos de rueda, que albergan llantas de 18 pulgadas; los pasos de rueda están muy definidos y en la trasera se replica el formato de los grupos ópticos delanteros.
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El habitáculo también es mucho más moderno de lo habitual en la marca, con un cuadro de instrumentos digital acompañado de una pantalla central de 10 pulgadas, navegador integrado, controles físicos para la climatización, molduras de aluminio en salpicadero y puertas, y asientos con un generoso apoyo lateral.
Como ocurre con el resto de modelos de Lada, tiene un chasis robusto, derivado del que utiliza el Vesta, con una altura libre al suelo de 20,8 centímetros y, aunque de inicio solo tendrá versiones de tracción delantera, deja abierta la puerta a recibir variantes 4×4 en el futuro.

Gasolina sin rastro de electrificación
Aunque sea un vehículo mucho más moderno que el Niva, sigue siendo un Lada, lo que implica que es un coche de la vieja escuela. Esto significa que los motores con los que está disponible no tienen electrificación de ningún tipo, son un propulsor de 1.6 de aspiración natural que entrega 120 CV y un motor 1.8 turbo de 132 CV. Ambos pueden combinarse con una caja de cambios manual de seis velocidades o con una automática.

En el futuro, la compañía promete que la oferta se ampliará con una versión tope de gama armada con un bloque turbo de 150 CV con transmisión automática.
Por ahora no se ha desvelado el precio, pero los rumores apuntan a que podría ser mucho más caro que el Niva o el resto de modelos de la marca, arrancando en unos 30.000 euros.
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