La apacible rutina de la policía en la localidad suiza de Köniz, cerca de Berna, se vio alterada por un descubrimiento cuando menos curioso. Al revisar las imágenes capturadas por un radar el pasado 13 de abril, los agentes no daban crédito a lo que veían. Entre los infractores de velocidad, una figura alada destacaba por su imprudente aceleración.
La sorpresa fue mayúscula al constatar que el radar había registrado a un veloz pato ¡circulando a 52 kilómetros por hora en una zona limitada a 30! La imagen, difundida con asombro por el propio municipio en su página de Facebook durante el fin de semana, no tardó en generar comentarios y carcajadas entre los usuarios.
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Aunque la historia no termina ahí. Lo que en principio parecía una anécdota divertida tomó un cariz aún más peculiar al descubrirse un precedente. Exactamente, siete años atrás, en la misma fecha y a la misma velocidad, otro infractor de características similares había sido captado por el mismo radar. Las autoridades locales no dudaron en calificar al escurridizo protagonista como un “corredor reincidente”.

El radar no se equivoca
Ante la incredulidad que suscitó la noticia, el cuerpo policial tuvo que asegurar la autenticidad de las imágenes. Explicaron que los sistemas de radar son calibrados y verificados anualmente por el Instituto Federal de Metrología de Suiza, y que las fotografías tomadas se encuentran selladas, descartando cualquier posibilidad de manipulación.
La publicación en redes sociales concluía con una invitación a la reflexión sobre las curiosas “actividades criminales” del reino animal y es que, la velocidad máxima en vuelo de ciertas aves hace que salten los radares. Sin duda, un suceso que ha añadido una nota de humor a la crónica local y que se ha hecho viral en las redes sociales.

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